El fotoenvejecimiento es producido por la exposición crónica a la radiación solar. Se caracteriza por aparicion de arrugas, manchas, pecas, arañas vasculares, léntigos y queratosis actínicas (precursoras de lesiones malignas).
Se requiere un programa de tratamiento personalizado, que puede incluir:
Tópicas: cremas, sueros.
Físicas: peeling, microdermoabrasión, rejuvenecimiento láser y radiofrecuencia.
Biológicas: aplicación de toxina botulínica y/o materiales de relleno.